Hemos cogido un taxi y nos ha llevado a la zona donde está el hostel. Miro la zona y todo está oscuro y no tengo ni idea donde tenemos que ir. Una abuelita que estaba allí se presta a acompañarnos. Hemos caminado unos 5 o 10 minutos por calles oscuras sin un apice de vida, gracias a la abuelita sino no lo encontramos.
El chico del hostel estaba durmiendo, hacemos el check in y voy a la habitación a acostarme, son las 5.30 y no puedo más.
Estamos en una habitación compartida, meto la llave para abrir la puerta y la llave se rompe. Para flipar! NO ME LO PUEDO CREER!!. Bajo ha hablar con el encargado, le explico lo que ha pasado y el tío me da unas pinzas y unas tijeras y que me espabile. Me lo quedo mirando y con mi castellano Y mi cara de te voy a matar le pregunto "¿Yoooooo?"
O sea que ya me veis haciendo de Mc Gyver (que no tengo ni idea de eso), intentando sacar la llave que se había quedado atascada dentro el pomo sin resultado positivo, por supuesto.
Hasta que una chinita se cansa de escucharme pelear y me abre la puerta.
Por fin!!!! a dormir!!! La cama está más dura que dormir en una losa de hormigón pero es lo que hay!
Al día siguiente el barrio parece otro, lleno de gente, puestos de comida, compras desenfrenadas, etc.
Vamos a la estación de tren y compramos el billete barato hasta Chengdu.
Entre la espera que partiera el tren y las horas que nos hemos tirado de viaje llegamos a Chengdu a las tantas.
Hoy hemos degustado la CHINA PROFUNDA.
MISIÓN CUMPLIDA! YA ESTAMOS EN CHENGDU!!!
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